Cesare Pavese -escritor italiano de mitad de siglo veinte- tenía un diario, publicado postmortem titulado "El oficio de vivir", en un claro homenaje editorial a su obra "El oficio de poeta".
Su última anotación decía: "Todo esto da asco. Un gesto: basta de palabras, no escribiré más".
A la semana se suicidó con barbitúricos.